Cada vez que leo en una web lo de “Suscríbete a nuestras newsletters” pienso lo mismo: son las 4 palabras menos apetecibles de cualquier web de empresa. La historia y las estadísticas no ayudan: desde hace años, un porcentaje altísimo de newsletters son publicidad pura y dura, así que vas a tener que sacar a relucir tus mejores argumentos para convencer al visitante de tu web de que se suscriba.
Dile claramente qué va a conseguir si se suscribe
Tú te llevas mi email pero, ¿qué me llevo yo? Porque si solo me vas a escribir para venderme algo. No, gracias.
Conoces a la persona que se suscribe porque está en tu web y ha llegado hasta el formulario de suscripción. Has investigado a tu cliente ideal y sabes lo que le interesa. Así que tu newsletter debe llevar a tu suscriptor contenido de valor. Única y exclusivamente.
Explícale claramente cuales son las ventajas de suscribirse a tu contenido. Si la única ventaja que se te ocurre es “estar al día de nuestros productos”, deberías replantearte las newsletters y su valor.
Dile claramente cuántos emails le vas a enviar a la semana
No quiero spam. Para eso ya tengo el spam que no he elegido recibir.
Indicar claramente cuántos emails va a recibir el suscriptor a la semana es MUY sencillo. Y es fundamental, porque la principal objeción de la mayoría de visitantes que llegan a tu formulario de subscripción es “no quiero spam”. Así que, indícalo claramente.
Si le dices que 2, que sean 2. Igual una semana le mandas 3, porque tienes un extra de muchísimo valor (una oferta, descuento o similar). Pero no le bombardees a correos. Si no, no solo perderás un suscriptor, sino que perderás su confianza y dañarás la imagen de tu marca.
Dile claramente qué va a pasar con el mail que te da
¿Vas a revender mis datos a otras empresas?
La privacidad es otra de las preocupaciones principales a la hora de suscribirse a una newsletter. ¿Qué va a pasar con los datos personales de la persona que se suscribe? ¿Va a recibir correos que no ha pedido de terceras empresas?
Seguro que tienes una página con tu política de privacidad; y seguro también que es larga y farragosa. Así que indica claramente, en un párrafo corto y con un lenguaje sencillo, qué pasa con sus datos personales cuando un visitante se da de alta en tu newsletter.
Dile claramente cómo puede darse baja
Ya no me interesan tus correos, ¿es fácil darme de baja?
A lo mejor ya no le interesa tu producto, porque ya ha solucionado su problema. O simplemente se ha cansado de tus correos. Evita que el usuario tenga que pasar por una odisea para darse de baja.
Explícale cómo de sencillo es el proceso para darse de baja. Si es posible, no le preguntes por qué ya no quiere estar suscrito a tu lista (sí, es útil para ti pero molesto para el suscriptor). Y, sobre todo, si se ha dado de baja no le mandes más correos excepto, quizá, uno de despedida para “hacer marca”.
Y unas últimas ideas para estar seguro de que se suscribe
- Cambia la frase “Suscríbete a nuestras newsletters” por otra que esté orientada a beneficios, que despierte curiosidad y que dé ganas de apuntarse.
- Procura que el texto del botón refuerce el mensaje de “por qué debería suscribirme”.
- Pide los datos imprescindibles y ninguno más. Así que, si no vas a personalizas tus emails (que deberías), no hace falta que pidas el nombre. Y si no vas a segmentar (que deberías), no hace falta pedir la ciudad.
- Si cuadra con tu producto o servicio, regala al cliente un contenido de valor a cambio de su correo. Es lo que se conoce como lead magnet y es muy eficaz.
Mantener tu sitio web actualizado también incluye realizar acciones para que tu sitio web convierta mejor. Por ejemplo, para conseguir más suscriptores.
Te ofrecemos nuestro servicio de mantenimiento web mensual para que tu web esté siempre técnicamente impecable, pero además para que esté siempre adaptada a lo que tu empresa necesita.
El 60% de nuestros clientes de mantenimiento llevan con nosotros más de 12 años. Por algo será. ;)